Nosotros, los líderes del Grupo de los Siete (G7), estamos consternados y condenamos la agresión militar a gran escala de la Federación de Rusia contra la integridad territorial, la soberanía y la independencia de Ucrania, dirigida en parte desde suelo bielorruso. Este ataque no provocado y completamente injustificado contra el estado democrático de Ucrania estuvo precedido por afirmaciones inventadas y acusaciones infundadas. Constituye una violación grave del derecho internacional y una violación grave de la Carta de las Naciones Unidas y de todos los compromisos que Rusia contrajo en el Acta Final de Helsinki y la Carta de París y sus compromisos en el Memorándum de Budapest. Nosotros, como el G7, estamos presentando sanciones económicas y financieras severas y coordinadas. Hacemos un llamado a todos los socios y miembros de la comunidad internacional para que condenen este ataque en los términos más enérgicos posibles, para que estén hombro con hombro con Ucrania y alcen su voz contra esta flagrante violación de los principios fundamentales de la paz y la seguridad internacionales.
Esta crisis es una seria amenaza para el orden internacional basado en reglas, con ramificaciones mucho más allá Europa. No hay justificación para cambiar por la fuerza las fronteras reconocidas internacionalmente. Esto ha cambiado fundamentalmente la situación de seguridad euroatlántica. El presidente Putin ha vuelto a introducir la guerra en el continente europeo. Se ha puesto en el lado equivocado de la historia.
Estamos comprometidos a defender la paz, la estabilidad y el derecho internacional. Estamos unidos en nuestro apoyo al pueblo de Ucrania y su gobierno elegido democráticamente. En esta hora oscura, nuestros pensamientos están con el pueblo de Ucrania. Estamos listos para apoyar con asistencia humanitaria para mitigar el sufrimiento, incluso para los refugiados y las personas desplazadas por la agresión rusa.
Hacemos un llamado a la Federación Rusa para que detenga el derramamiento de sangre, para que disminuya la tensión de inmediato y retire sus fuerzas de Ucrania. También hacemos un llamado a Rusia para que garantice la seguridad de la Misión Especial de Monitoreo de la OSCE. También condenamos la participación de Bielorrusia en esta agresión contra Ucrania y pedimos a Bielorrusia que cumpla con sus obligaciones internacionales.
Condenamos en los términos más enérgicos la decisión del presidente ruso Putin el 21 de febrero de reconocer las entidades autoproclamadas de Donetsk y Luhansk en el este de Ucrania como estados "independientes", así como su decisión de enviar fuerzas militares rusas a estas regiones. Hacemos un llamado a otros estados para que no sigan la decisión ilegal de Rusia de reconocer la proclamada independencia de estas entidades. La decisión del presidente Putin es una grave violación de los principios básicos consagrados en la Carta de la ONU, en particular el respeto por la integridad territorial y la soberanía de los estados y también una flagrante violación de la resolución 2202 del Consejo de Seguridad de la ONU, apoyada por la Federación Rusa como un miembro permanente del Consejo de Seguridad– así como de los acuerdos de Minsk, que estipulan la devolución de las áreas en cuestión al control del Gobierno ucraniano.
Reafirmamos nuestro compromiso inquebrantable con la soberanía y la integridad territorial de Ucrania dentro de sus fronteras y aguas territoriales reconocidas internacionalmente, así como con el derecho de cualquier estado soberano a determinar su propio futuro y arreglos de seguridad. Reafirmamos que Crimea ocupada ilegalmente y las autoproclamadas “repúblicas populares” son parte integral de Ucrania.
Condenamos al presidente Putin por su constante negativa a participar en un proceso diplomático para abordar cuestiones relativas a la seguridad europea, a pesar de nuestras reiteradas ofertas.
Estamos unidos a nuestros socios, incluidos la OTAN, la UE y sus estados miembros, así como Ucrania, y seguimos decididos a hacer lo que sea necesario para preservar la integridad del orden básico de las normas internacionales. En este sentido, también estamos monitoreando de cerca las condiciones del mercado mundial de petróleo y gas, incluso en el contexto de una mayor agresión militar de Rusia contra Ucrania. Apoyamos el compromiso y la coordinación consistentes y constructivos entre los principales productores y consumidores de energía hacia nuestro interés colectivo en la estabilidad de los suministros energéticos globales, y estamos listos para actuar según sea necesario para abordar posibles interrupciones.
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