Previamente afectada por la pandemia de Covid-19, la guerra en Ucrania ha debilitado aún más la economía mundial.
El comercio mundial se enfrenta a perturbaciones sin precedentes en los productos básicos energéticos y alimentarios, los metales, los fertilizantes y el transporte aéreo. En todo el mundo, el costo de vida está aumentando.
El petróleo sigue disparado, desde el 24 de febrero ha subido un 30%, el domingo el barril estaba a 139 dólares, cerca del récord de 2008 cuando el barril se cotizaba a 147 dólares.
El petróleo sigue disparado, desde el 24 de febrero ha subido un 30%, el domingo el barril estaba a 139 dólares, cerca del récord de 2008 cuando el barril se cotizaba a 147 dólares.
En los mercados europeos, el gas ha vuelto a batir récords al superar los 300 euros el megavatio hora, un 60% más. La electricidad siguió esta tendencia, mientras que los costes de producción del sistema eléctrico se mantuvieron prácticamente estables. (Alrededor del 85% de estos costos son fijos).
La invasión de Ucrania y las sanciones económicas contra Rusia traen un riesgo de desaceleración económica junto con una alta inflación. La escasez de materias primas disponibles podría generar importantes trastornos en las cadenas productivas, lo que impactaría negativamente en el crecimiento y generaría mayores aumentos de precios.
Si bien las previsiones para 2022 eran de un crecimiento más lento y una inflación resistente, es probable que el conflicto en Ucrania amplifique estas tendencias económicas.
Europa y Asia están más expuestos que EE. UU., siendo la UE la más sensible por el efecto dominó, dada su dependencia de las importaciones de petróleo y gas.
Si el conflicto persiste, veremos una crisis de largo plazo con precios altos sostenidos, con consecuencias para todos los sectores económicos que usan petróleo, las empresas, el sector agrícola, el sector químico, los plásticos y el transporte.
La incertidumbre con el colapso del orden geopolítico de la posguerra fría y los riesgos de escalada está sacudiendo el sistema financiero con posibles impagos en Rusia y Ucrania y su posible contagio a otros países.
Desde el comienzo de la ofensiva rusa sobre Ucrania, los mercados bursátiles han estado experimentando fuertes fluctuaciones. El lunes, las bolsas de Europa comenzaron la semana en rojo, el martes se recuperaron gradualmente en verde.
