Alex Vargas no es un recién llegado a la industria. Ya lanzó dos álbumes y ha sido aclamado en todo el norte de Europa desde 2016. Su último sencillo “Mama I've Been Dying” merece una consideración.
Alex tiene una voz muy distintiva y poderosa, que transmite una emoción conmovedora al oyente. Su tema, si bien Vargas asegura estar enamorado de los 60 y 70, también tiene algo de 80. Y es algo bueno, ya que hace sonar una campana con grandes éxitos de este período.
¿Morir por qué? “Mamá, me muero por SABER”, canta Alex. ¿Saber? Sí, saber lo que es importante en la vida y darse cuenta de que “El amor es una gran gran máquina”. Una especie de “ode à la vie et à l'amour” (Oda a la vida y al amor) de un niño que ya no lo es, y tiene que enfrentarse a la vida y empezar a hacerla por su propio camino.
El video que acompaña el lanzamiento es definitivamente minimalista. Una duna sin personalidad, tres compañeros sentados o de pie sin moverse, y Alex Vargas bailando con un estilo de autoburla pero también mucha energía divertida. Eso es todo, pero funciona y, curiosamente, no arruina el mensaje en absoluto. Así puede ser la vida: bailamos, nos expresamos, con una sensación de libertad y sin tomarnos demasiado en serio, incluso, y quizás más, cuando el ambiente es duro. Hay algo de extravagancia y desenfreno en ello...
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