Gregorio Grieve, que dirige el departamento de estudios religiosos de la Universidad de Carolina del Norte, Greensboro, sostiene que la autenticidad de la meditación budista digital no es el factor determinante de si es una práctica válida de la religión.
En un artículo reciente publicado en La conversación sitio web, escribió que “la autenticidad no está determinada por su estricta adherencia a las formas más antiguas. Más bien, una práctica auténtica fomenta una felicidad basada en significados más profundos, mientras que una práctica no auténtica puede proporcionar solo un placer fugaz o un alivio temporal”.
A estudioso de la religión digital y el budismo, Grieve retoma los argumentos de los académicos que critican el budismo digital:
Algunos creen que "el budismo en línea difiere de las formas anteriores, si no en el mensaje, al menos en la forma en que se transmite".
Otros “descartar el budismo digital como mero consumismo popular que toma tradiciones históricamente ricas y complejas y las vuelve a empaquetar selectivamente para obtener ganancias monetarias”.
La mayoría de los académicos que encuentran fallas en la práctica la ven como una forma de "apropiación de las tradiciones asiáticas por parte de la cultura popular occidental", citando al profesor de estudios religiosos de la Universidad de Occidente. jane iwamura y su libro”Orientalismo virtual”, en el que dice que la práctica oscurece las voces de los budistas reales de ascendencia asiática.
Pero Grieve no está de acuerdo.
“Al final, todas estas pueden ser preocupaciones legítimas”, escribe. “Sin embargo, estos eruditos no abordan el profundo deseo de muchos budistas occidentales de tener una experiencia espiritual intensa. En mi investigación, muchos budistas occidentales a menudo han descrito su práctica religiosa como una 'búsqueda de autenticidad'”.
"Cultura popular actual se centra en la felicidad hedónica, que valora una visión de la vida extrovertida, social y alegre. Como resultado, gran parte de la Medios de comunicación de inspiración budista que actualmente se encuentran en las aplicaciones de meditación ofrecen momentos de dicha personal, calma y relajación”.
Grieve se refiere al concepto de "eudaimonia", que significa "la condición de 'buen espíritu', que comúnmente se traduce como 'florecimiento humano.'” Y señala que según Aristóteles, “la eudaimonía es el fin más alto, y todas las metas subordinadas –salud, riqueza y otros recursos similares– se buscan porque promueven el vivir bien. Aristóteles Insiste que existen placeres virtuosos además de los de los sentidos y que los mejores placeres los experimentan las personas virtuosas que encuentran la felicidad en significados más profundos”.
E incluso en textos budistas como el Samaññaphala Sutta, “uno puede encontrar descripciones eudaimónicas de la práctica budista”.
Además, Grieve indica que “el budismo ha sido modificado y traducido a nuevas culturas dondequiera que se haya extendido. Además, sin duda, el budismo occidental en línea muestra que tiene sido traducido encajar en nuestra sociedad de consumo”.
Sin embargo, en el análisis final, Grieve afirma: “Si la práctica budista digital se acerca a la buena vida como eudaimónica, que conduce al florecimiento humano basado en la búsqueda de un significado más profundo, se puede juzgar que es auténtica. Una práctica no auténtica es aquella que simplemente promueve el hedonismo simplemente vendiendo felicidad y relajación”.