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Martes, 7 de mayo de 2024
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Palomitas de maíz, descubrimiento de la explosión del maíz

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julia romero
julia romero
Por Julia Romero, autora y experta en Violencia de Género. Julia Es también profesora de Contabilidad y Banca y funcionaria pública. Ha obtenido primeros premios en diversos certámenes de poesía, ha escrito obras de teatro, colabora con Radio 8 y es presidenta de la Asociación Contra la Violencia de Género Ni Ilunga. Autor del libro "Zorra" y "Casas Blancas, un legado común".

No conozco a nadie que no haya probado en su vida las palomitas de maíz, o tostones, como también se les suele llamar y cuyo momento cumbre para degustarlas antaño era el Día de Todos los Santos o el Día de Todos los Difuntos.

Ahora es imperdonable ir al cine en cualquier parte del mundo y no proporcionarte una buena caja llena de palomitas para degustar mientras ves una película o prepararlas en casa con el mismo fin. Antiguamente se hacían en una sartén con un poco de aceite de girasol y se cubrían con una tapa que había que apretar mientras se movía la sartén para que no se salieran y el calor hiciera estallar los granos.

Recién hechas, puedes ponerles azúcar o sal, al gusto, y así deleitar a grandes y pequeños.

palomitas de maíz, madre e hijas comiendo
Foto de Proyectores Wemax

Pero la modernidad también ha llegado a este producto tan natural y sólo tenemos que meter las bolsitas en el microondas, untadas por dentro con mantequilla, y en unos minutos ya tenemos las palomitas listas.

Pero, ¿cómo se produjo este descubrimiento que algunos han descrito como la metamorfosis que sufre un gusano cuando se convierte en mariposa?

Los primeros vestigios de palomitas de maíz se remontan a hace más de seis mil años en la Cueva de los Murciélagos en México y también en distintas zonas del Perú, donde formaba parte esencial de la dieta de estas antiguas civilizaciones. Además de servir como alimento, las palomitas de maíz también fueron muy importantes en las ceremonias religiosas de los aztecas mexicanos y en las celebraciones y fiestas de la Colombia precolombina, tanto como alimento como para la confección de collares y tocados.

Con el desembarco de Cristóbal Colón en ese continente y la posterior colonización de América Latina, los occidentales empezaron a tener contacto con las palomitas de maíz. Cristobal colon Observó que los nativos hacían sombreros y corpiños con palomitas de maíz, que vendían a los marineros. El uso de ellos como artesanía continúa hoy en día.

El abad Juan Ignacio Molina, en 1788 escribió que salía el maíz:

"bebida bastante sabrosa, y harina muy útil, acostumbrando primero a molerla y tostarla en un baño de arena: es bueno que para esta operación prefieran otra especie de maíz que llaman caragua, que aunque mucho más pequeña en todas sus dimensiones partes, se hincha de tal manera en el baño de arena, que adquiere un volumen mucho mayor que las demás, y da una harina más ligera y blanca, que disuelta en agua fría o caliente con un poco de azúcar, forma las dos bebidas que se llaman ulpo y Chercán.

En el norte del continente americano, los colonos franceses documentaron que los indios iroqueses hacían palomitas de maíz en cuencos de barro calientes, con los que luego elaboraban cerveza y sopas. Fue a partir de estos contactos entre los nativos y los colonizadores que las palomitas de maíz se hicieron muy populares en las culturas occidentales y pasaron a formar parte de la dieta de los miles de colonos que llegaron a América durante las diferentes oleadas migratorias que partieron desde las distintas naciones del viejo mundo.

La popularización y consumo masivo de las palomitas de maíz llegó gracias al ingenio del inventor charles cretors, quien en 1885 ideó una máquina que, utilizando aire caliente, provocaba la explosión uniforme de los granos de maíz. Y como no podía ser de otra manera, una vez los vecinos de los pueblos y ciudades por los que Cretors pasó con su nueva máquina de palomitas para darlo a conocer, probaron el delicioso manjar y no quisieron seguir viviendo sin él.

Fue así como, gracias a esta nueva máquina, las palomitas de maíz se pusieron de moda y comenzaron a consumirse como delicioso entretenimiento en ferias y durante espectáculos y proyecciones de películas.

Desde ese momento hasta la actualidad, la pasión por las palomitas no ha parado de crecer en todo el mundo y se ha convertido en uno de los snacks más saludables, sabrosos, baratos y divertidos del mercado.

En todo el mundo existen multitud de formas de referirse a nuestro inconfundible palomitas de maíz y dependiendo donde estés se les conoce con nombres tan curiosos como Crispetes, alboroto, choclocito, gallos, poporopos, poscon, poporochos, palomitas, pururú, pop, palomitas, canchita, cancha perlita, canguil, pororó, palomitas, chivitas, chivos de maíz, maíz tote, palomitas, rosetas, rosas, rosquillas, tostones, cocaleca, etc.

publicado originalmente en La DamadeElche.com

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