La diócesis de la Iglesia Ortodoxa Rusa de Veliky Luki pondrá a prueba las acciones del rector de la iglesia en honor al icono de la Madre de Dios Toda Tsaritsa en el pueblo de Rusanovo, el p. Antoniy (Tatarintsev), quien el 15 de agosto participó en la inauguración de un monumento de ocho metros a Joseph Stalin en el territorio de la fábrica local "Mikron", anunció el servicio de prensa de la diócesis.
“El clero participó en este evento sin la bendición ni el acuerdo con el liderazgo diocesano. Cabe señalar que sus acciones y declaraciones no son una expresión de la posición del clero de la Iglesia Ortodoxa Rusa y reflejan sus puntos de vista y convicciones personales”, afirmó la diócesis.
Durante la ceremonia de apertura a principios de esta semana, el sacerdote ortodoxo consagró el monumento y afirmó además que durante el gobierno de Stalin "la Iglesia sufrió", pero "gracias a eso ahora hay muchos nuevos mártires y confesores".
Las frases del cura han sido condenadas por Ep. Savva (Tutunov), administrador adjunto de los asuntos del Patriarcado de Moscú, quien los calificó de “escandalosos” y “blasfemos”. “Sí, el Señor transformó el mal en bien, revelando en los días de persecución la firmeza en la fe de muchos cristianos que ahora nos sirven de ejemplo. Pero eso no hace que las atrocidades sean menos malas y no debemos sentir gratitud hacia los perseguidos y los perseguidores”, afirmó.
El Partido Comunista de la Federación Rusa salió en defensa del sacerdote.
Alexander Yushchenko, portavoz del Partido Comunista de la Federación Rusa (PCFR), afirmó en un comentario para V-OK Podem que Stalin era una “figura emblemática” para la Iglesia Ortodoxa Rusa. “Stalin restauró la institución patriarcal en 1943. Fue Stalin quien restauró la relación entre el Estado y la Iglesia que había sido cortada. Por eso, en particular, es mérito de Stalin que hoy sirva el patriarca de Moscú y de toda Rusia”, afirmó el portavoz de los comunistas rusos.
El 15 de agosto se erigió un monumento de ocho metros a Stalin cerca del pasillo de entrada de la planta Mikron en Veliki Luki, en la región de Pskov. Originalmente, el monumento, creado en 2019, debía ser erigido en Volgogrado, pero las autoridades locales se negaron. Después de eso, el grupo de iniciativa consideró opciones para instalar el monumento en la región de Moscú o en Voronezh, pero no obtuvo el consentimiento de las autoridades.
En los últimos años, se han erigido cada vez más monumentos a Joseph Stalin, normalmente en Rusia. El primer monumento a Stalin en la historia de la Rusia moderna se erigió en 2015 en el territorio del complejo procesador de carne Zvenigovsky en el pueblo de Shelanger, República Mari. Está situado junto al monumento a Lenin.
A pesar de la reacción de la administración de la Iglesia sobre este caso en particular, la difuminación de las fronteras entre la Iglesia rusa actual y los agentes comunistas de la Rusia soviética es un proceso muy poderoso. Recientemente, un grupo de clérigos escandalizó a los cristianos no sólo en Rusia con una fotografía sobre el busto del comunista soviético Félix Dzerzhinsky, padre fundador de la siniestra policía secreta bolchevique, la Cheka (Chresvychnaya kommission), cuyo título se ha convertido en sinónimo para las estrategias del Terror Rojo. La restauración de la Unión Soviética, con los mismos métodos internos represivos y política exterior belicosa, es la máxima política rectora del régimen de Putin, que se propaga en todos los niveles. A diferencia de los casos del régimen bolchevique, hoy en día a la Iglesia Ortodoxa Rusa se le asigna la función de aliado ideológico oficial. Esta cobertura hace inevitable la “difuminación de las fronteras” en las mentes de muchos clérigos ortodoxos que se esfuerzan por mezclar la “grandeza de la Unión Soviética” con sus sangrientas represiones contra la Iglesia. Este proceso no es exclusivo de Rusia, sino también de otros países poscomunistas.
