Durante muchos años me he mantenido alejado de la política de Elche y sus entresijos. Pero escribir de vez en cuando sobre temas relacionados con la ciudad de Elche tiene que ser para mí un ejercicio higiénico y de buen gusto. He leído en la página de la SER que Carlos González se ha disculpado por decirle a los ilicitanos por activa y por pasiva que iban a pasar a la fase 1
Siempre es mejor pedir perdón que pedir permiso. Sin embargo, sin echarle la culpa, nada más, si me hace reflexionar sobre la lección que imagino habrá aprendido, y no es otra que darme cuenta de que apostar por el líder (Sánchez) no siempre es apostar por un ganador. caballo Los líderes políticos sólo trabajan, cuanto más arriba están, tratando de hacer prevalecer sus intereses, no los de todos, sino los de ellos.
Y no les importa dejar a los pies de los caballos a los que son prescindibles, es decir, un alcalde del Ayuntamiento, sea quien sea, es prescindible. La batalla del presidente de la Generalitat será otra, quizás su líder le ofrezca más dinero en el reparto “proporcional” a las comunidades o quizás, quién sabe. Pero en el caso del alcalde de Elche, no le queda más remedio que aguantar, e imagino que se sentirá traicionado por muchos. Y es que a veces los datos no son importantes y la política nacional y los “intereses creados” siempre están por encima de los pequeños intereses.
Quizá el alcalde, además de disculparse, lo que le honra, y debo reconocer que me gusta, debería ver la manera y el modo de compensar el gasto computable de los establecimientos que, haciendo caso a sus palabras, se dispusieron a arrancar el pasado lunes.
Si bien es cierto que los establecimientos no fueron muy cautelosos, porque no se dieron cuenta de que hasta el rabo es de cerdo, es decir que hasta que el BOE no lo publica, las palabras, aunque sean televisadas, se dejan llevar por el viento.
Prudencia en fin para unos y para otros. Y que la Mare de Deu reparta suerte. Vivir sumergidos únicamente en la política, por progresista que ésta sea, no debe hacernos olvidar que, según el puesto que ocupemos en el escalafón, unos son más prescindibles que otros.
publicado originalmente en La DamadeElche.com
