MURCIA (España), 21 de agosto — Durante mucho tiempo, un alimento básico de la dieta española, el gazpacho, la sopa fría hecha con puré de tomates y otras verduras, está ganando espacio en los estantes de los supermercados en Europa y más allá.
Si bien el plato es una especialidad de Andalucía en el sur de España, los tres principales productores de gazpacho del país tienen su sede en la vecina región de Murcia, que a menudo se llama "el huerto de Europa" porque es un centro de producción de frutas y verduras.
Alvalle, una unidad de PepsiCo que junto con García Carrión y AMC Natural Drinks representan casi las tres cuartas partes de la producción industrial mundial de gazpacho, fue la primera en hacer grandes incursiones en el extranjero.
Lanzó su gazpacho en la vecina Francia en 2009, 19 años después de su fundación.
Hoy la empresa exporta más de la mitad de su producción, principalmente a otros países de Europa, siendo Francia su mercado exterior número uno.
“Fue Alvalle quien abrió la puerta… Entonces todos los supermercados empezaron a pedirnos gazpacho”, dijo Mónica Pérez Alhama, jefa de desarrollo de productos de la firma rival AMC.
El principal mercado extranjero de AMC también es Francia, pero también exporta a Canadá, Estados Unidos y Japón.
El gazpacho que se encuentra con mayor frecuencia se prepara machacando tomates, ajo, aceite de oliva, agua, vinagre, pepinos y pimientos verdes, y a veces se le agrega pan para espesar la sopa y suavizar el ácido de los tomates y el vinagre.
Pero los tres grandes productores de España han buscado ampliar su gama desarrollando variaciones modernas de gazpacho con romero, fresas, vinagre de vino, jerez, mango y otros ingredientes, además de lanzar marcas que utilizan vegetales orgánicos.
El objetivo es “competir con el gazpacho casero”, dijo Fernando Marín Romero, director comercial de AMC para España y portugal
Recetas a medida
El año pasado, España produjo 67 millones de litros de gazpacho, según la firma de investigación de mercado Nielsen, y la mayor parte se consumió en los meses más cálidos entre Semana Santa y septiembre.
Las máquinas trituran, lavan y filtran miles de kilos cada día en la extensa planta de gazpacho de AMC en Murcia, la capital de la región que comparte el mismo nombre.
Camiones cargados con toneles de mil litros de aceite de oliva virgen extra circulan entre depósitos frigoríficos que contienen 25,000 litros de gazpacho.
Luego, el líquido se vierte en ladrillos de cartón decorados con imágenes de tomates de color rojo brillante que son doblados por máquinas sofisticadas a un ritmo frenético.
Los tres principales productores de gazpacho de España registraron una facturación combinada de 119.2 millones de euros (587 millones de ringgit) entre abril de 2018 y abril de 2019, según la firma de investigación de mercado Alimarket.
Para ingresar a los mercados en el extranjero, han adaptado sus recetas a los gustos extranjeros.
“En países como Francia les gusta el producto con menos sal, en otros países del norte de Europa les gusta con un sabor más fuerte a tomate”, dijo Marin Romero, de AMC.
Producto local
Al comercializar sus productos en el extranjero, las empresas destacan el hecho de que la sopa es parte de una dieta mediterránea saludable y enfatizan que utilizan ingredientes de origen local.
Y tratan de disipar las preocupaciones sobre el uso de la agricultura industrial haciendo hincapié en sus esfuerzos para reducir el consumo de agua y energía.
Alvalle, por ejemplo, se jacta de que todas las verduras que utiliza se recolectan en un radio de 200 kilómetros desde su nueva planta en Alcantarilla, en las afueras de Murcia.
La empresa dice que la planta de 28,000 metros cuadrados, que abrió en 2017, utiliza electricidad de fuentes 100 % renovables y consume un 30 % menos de agua que su planta anterior.
El gazpacho industrial tiene una vida útil de entre 60 y 70 días, pero en respuesta a la demanda de los consumidores de productos más frescos, los productores de gazpacho de España también han sacado versiones no pasteurizadas.
Las empresas han tenido que educar a los consumidores extranjeros sobre cómo tomar el gazpacho.
La página web británica de Alvalle advierte a los consumidores que no la calienten porque de lo contrario es “más como una sopa caliente” y asegura a los compradores que es apta para niños. — AFP
