Por Biserka Gramatikova
Una crisis que está aquí y ahora, pero que comienza en algún lugar del pasado. Una crisis de identidades, posiciones y morales –políticas y personales. Una crisis del tiempo y del espacio, cuyos cimientos tienen sus raíces en el siglo XX. La exposición “Dislocaciones” en el “Palais de Tokio” reúne el trabajo de 15 artistas de diferentes generaciones, con diferentes pasados (Afganistán, Francia, Irak, Irán, Libia, Líbano, Palestina, Myanmar, Siria, Ucrania). Lo que los une es la búsqueda creativa de la frontera entre el presente y el pasado. Fragmentos de historias, restos de guerra, una combinación entre la sencillez de los materiales y las posibilidades tecnológicas de los tiempos modernos.
El proyecto fue elaborado en colaboración entre el Palacio de Tokio y la organización sin fines de lucro Portes ouvertes sur l'art, que difunde el trabajo de artistas en el exilio y en busca de la libre expresión. La organización ayuda a estos autores a colaborar con la escena artística en Francia.
Los curadores son Marie-Laure Bernadac y Daria de Beauvais.
Artistas: Majd Abdel Hamid, Rada Akbar, Bissane Al Charif, Ali Arkady, Cathryn Boch, Tirdad Hashemi, Fati Khademi, Sara Kontar, Nge Lay, Randa Maddah, May Murad, Armineh Negahdari, Hadi Rahnaward, Maha Yammine, Misha Zavalniy
La historia transcontinental de solidaridad política y social alcanzó su apogeo en las décadas comprendidas entre 1960 y 1980. En el movimiento del antiimperialismo, pueblos enteros intentan borrar los traumas del pasado, construir una nueva identidad y ganar su lugar en el mundo. . La exposición “Past Disquiet” es un estudio curatorial documental de archivo realizado por Kristine Khouri y Rasha Salti: un “museo del exilio” o un “museo de la solidaridad”. Desde la lucha palestina por la libertad hasta la resistencia contra la dictadura de Pinochet en Chile y el régimen del apartheid en Sudáfrica.
La “Exposición Internacional de Arte por Palestina” celebrada en Beirut en 1987 es el punto de partida del actual “Museo de la Solidaridad”. Los curadores reúnen material documental de Jordania, Siria, Marruecos, Egipto, Italia, Francia, Suecia, Alemania, Polonia, Hungría, Sudáfrica y Japón para reconstruir el rompecabezas del activismo, eventos artísticos únicos, colecciones y manifestaciones en todo el mundo relacionadas con Movimiento antiimperialista del siglo XX.
El peculiar ciclo de exposiciones del Palacio de Tokio en el que el fantasma del colonialismo está presente y en el que los traumas del pasado encuentran su reflejo en las tensiones y provocaciones del presente, finaliza con la exposición SIGNAL de Mohamed Bourouissa. Un tema central de la exposición es la restricción del pensamiento (control sobre el lenguaje, la música, las formas) y la alienación del entorno. El mundo del artista se extiende desde su ciudad natal de Blida en Argelia, pasando por Francia, donde vive ahora, hasta los cielos de Gaza.
Foto de Biserka Gramatikova. Exposición “Dislocaciones” en el “Palais de Tokio”.
