Si bien más de las tres cuartas partes de todos los adultos que viven con el VIH reciben algún tipo de tratamiento, la cantidad de niños que lo reciben es solo del 52 por ciento. En respuesta a esta sorprendente disparidad, las agencias de la ONU ONUSIDA, UNICEF, la OMS y otras han formado una alianza mundial para prevenir nuevas infecciones por el VIH y garantizar que para 2030 todos los niños seropositivos puedan tener acceso a un tratamiento que les salve la vida.